lunes, 22 de febrero de 2010

D.J.: Hoy sale 2 x 1


Buenos días, feliz inicio de semana estimados lectores. Luego de una larga semana de lluvias, inundaciones, cortes de luz y varias cosas, hemos arrancado una semana renovada: seguimos con las lluvias, el verano brilla por su ausencia y ya empiezo a extrañar al sol. ¿Seguirá estando detrás de todas esas nubes o se pudrió y se fue al joraca?

Esta semana, tuve un cambio de último momento. Les paso aquí a comentar la situación.
Hoy por la mañana viajaba felizmente en el colectivo línea 338, también conocido como “La Costera” o el “TALP” (conocido de esta forma por los platenses, gente rara si los hay, le cambian el nombre a todo). Cuando una persona del sexo femenino que iba sentada en el asiento de al lado mío saca un artefacto para escuchar música. Hoy en día es muy común ver a la gente en el transporte público escuchando música tratándose de aislar del mundo que los rodea y de paso hacerse los boludos si sube una embarazada, total el audio les da “inmunidad”.
Pero bueno, volviendo al caso, hoy me topé con un famoso artículo de la antigüedad, poco práctico, grande, consumidor de pilas y lo más molesto de todo es que uno tiene que lidiar con Discos Compactos. Si, si, señores. ¡Estoy hablando del famoso Discman!
¿Quién en sus cabales atrevería a sacar semejante aparato a la calle? No es apto para el bolsillo del caballero, ni la cartera de la dama. Dadas sus dimensiones podríamos decir que es apto para la mochila del caballero y la valija de la dama. Para escuchar música diversa hay que o armar un compilado en la casa (del cual seguramente uno se aburra durante el viaje de regreso) o sino llevar en tu valija o mochila un porta CD con una variedad de CD’s truchos que la gente compra porque ya ni se molestan en grabarlos.

Ni hablar de los CD's, en su momento fueron furor, pero quién me va negar que se rayan, empiezan a saltar, tienen poca capacidad para almacenar música y sobre todo, las cajitas juntan tierra. Maldigo el día que decidí comprar un escritorio con torre de CD. Hoy en día se convirtió en un juntadero de polvo que hay que limpiar al menos una vez al año sino vaya a saber uno el ecosistema que pueda llegar a crearse. Lo peor de todo que de esa torre de CD's hace unos cuantos años que ya no toco ninguno que allí se hospeda.
Por eso, esta semana sale por partida doble, adiós a los CD de audio/datos, los que fuere, ese método de almacenaje está totalmente fuera de tiempo y espacio. Es hora de hacerles un lugarcito en el cementerio de tecnología junto al viejo casete. Adiós al Discman cuya muerte es inevitable al morir el CD. ¡No más aparatos enormes para reproducir música portátil!

Fuf… me hicieron cansar, esto de deprecar por partida doble es estresante.
Bueno, vamos cerrando por hoy que nos espera un lindo comienzo de semanita. Cuídense de la lluvia y de la bacteria de la gonorrea.

¡Hasta siempre!

4 comentarios:

  1. ¡Viva Silver City! Esta vez completamente de acuerdo con la deprecación (especialmente con eso de que se rayan y sus malditas y gigantes cajas!!)

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  2. En casa usamos uno asociado con una radio, ambos a pilas y son un miniequipo de audio..... :P
    Sirve para la gente como nosotros... jejeje.

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  3. Mirá Tubby, en vez de haber dado tantas vueltas en círculos como las que dieron cuando preguntamos qué necesitaban para la casa, hubieran pedido un equipo como la gente. Ahora, se joden. La próxima vez que vaya a vuestro hogar te tiro el diskman por el balcón. Sabelo.

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  4. Gente MUY rara si los hay... gente Inteligente (sí con mayúsculas) que aplica además el sentido común y lee la inscripción del micro la cual claramente y en letras azules dice TALP. Es como al 338 que el susodicho toma nombrarlo con otro número... digamos 33 (mientras el doc nos ausculta) siendo el 33 otro micro totalmente diferente al 338. Del mismo modo que el TALP es totalmente diferente a la Costera!

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